"Para todos hay una llamada de Dios para trabajar en su viña:

 - A una edad muy temprana. – A una edad tardía.

 Trabajar en su viña es para estar agradecidos y un honor inmerecido, y la recompensa es la misma para todos, la vida eterna.

 Pero nuestro trabajo tiene aquí ya una recompensa, igual para todos los que aceptan trabajar en su viña, la presencia de Dios en nuestras vidas,su amor incondicional.

 Trabajar en la viña del Señor…

En la viña, durante la vendimia, el dueño tiene necesidad de muchos jornaleros, a los que sale a buscar: a las seis y a las nueve de la mañana, a mediodía, y a las tres y a las cinco de la tarde.

El dueño es Dios; la viña, su iglesia; los trabajadores, los hombres; las horas, las diversas edades de la vida; lo noche es la muerte; el denario, la eternidad.

La esneñanza es ésta: Dios recocmpensa con la gloria a todos, pero reparte su gracia y sus dones como le place…