Has CLICK AQUI para ver la Hora en el Mundo.
Santoral
No hay más Dios que tú, Señor, que cuidas de todas las cosas. No
hay nadie a quien tengas que rendirle cuentas de la justicia de tus
sentencias. Tu poder es el fundamento de tu justicia, y por ser el
Señor de todos, eres misericordioso con todos.
Tú muestras tu fuerza a los que dudan de tu poder soberano y
castigas a quienes, conociéndolo, te desafían. Siendo tú el dueño
de la fuerza, juzgas con misericordia y nos gobiernas con
delicadeza, porque tienes el poder y lo usas cuando quieres.
Con todo esto has enseñado a tu pueblo que el justo debe ser
humano, y has llenado a tus hijos de una dulce esperanza, ya que al
pecador le das tiempo para que se arrepienta.
Puesto que eres, Señor, bueno y clemente, y todo amor con quien
tu nombre invoca, escucha mi oración y a mi súplica da respuesta
pronta.
R. Tú, Señor, eres bueno y clemente.
Señor, todos los pueblos vendrán para adorarte y darte gloria, pues
sólo tú eres Dios, y tus obras, Señor, son portentosas.
R. Tú, Señor, eres bueno y clemente.
Dios entrañablemente compasivo, todo amor y lealtad, lento a la
cólera, ten compasión de mí, pues clamo a ti, Señor, a toda
hora.
R. Tú, Señor, eres bueno y clemente.
Hermanos: El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que conoce profundamente los corazones, sabe lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega conforme a la voluntad de Dios, por los que le pertenecen.
En aquel tiempo, Jesús propuso esta parábola a la gente:
«El Reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena
semilla en su campo; pero, mientras los trabajadores dormían, llego
un enemigo del dueño, sembró cizaña entre el trigo y se marchó.
Cuando crecieron las plantas y se empezaba a formar la espiga,
apareció también la cizaña. Entonces fueron los trabajadores a
decirle al amo:
“Señor, ¿qué no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde,
pues, salió esta cizaña?”
El amo les respondió:
“De seguro lo hizo un enemigo mío”.
Ellos le dijeron:
“¿Quieres que vayamos a arrancarla?”
Pero él les respondió:
“No. No sea que al arrancar la cizaña, arranquen también el trigo.
Dejen que crezcan juntos hasta el tiempo de la cosecha, y cuando
llegue la cosecha, diré a los segadores: Arranquen primero la
cizaña y átenla en gavillas para quemarla; y luego almacenen el
trigo en mi granero”».
Luego les propuso esta otra parábola:
«El Reino de los cielos es semejante a la semilla de mostaza que
uno siembra en un huerto. Ciertamente es la más pequeña de todas
las semillas, pero cuando crece, llega a ser más grande que las
hortalizas y se convierte en un arbusto, de manera que los pájaros
vienen y hacen su nido en las ramas».
Les dijo también otra parábola:
«El Reino de los cielos se parece a un poco de levadura que tomó
una mujer y la mezcló con tres medidas de harina, y toda la masa
acabó por fermentar».
Jesús decía a la muchedumbre todas estas cosas con parábolas, y sin
parábolas nada les decía, para que se cumpliera lo que dijo el
profeta: “Abriré mi boca y les hablaré con parábolas; anunciaré lo
que estaba oculto desde la creación del mundo”.
Luego despidió a la gente y se fue a su casa. Entonces se le
acercaron sus discípulos y le dijeron:
«Explícanos la parábola de la cizaña sembrada en el campo».
Jesús les contestó:
« El sembrador de la buena semilla es el Hijo del hombre, el campo
es el mundo, la buena semilla son los ciudadanos del Reino, la
cizaña son los partidarios del maligno, el enemigo que la siembra
es el diablo, el tiempo de la cosecha es el fin del mundo, y los
segadores son los ángeles.
Y así como recogen la cizaña y la queman en el fuego, así sucederá
al fin del mundo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles para que
arranquen de su Reino a todos los que inducen a otros al pecado y a
todos los malvados, y los arrojen en el horno encendido. Allí será
el llanto y la desesperación.
Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre.
El que tenga oídos, que oiga».
MySpace
Tweet
© 2025 Creada por Rosario ProVida. Con tecnología de