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DIOS EN BICICLETA
Al principio veía a Dios como el que me observaba, como un juez que
llevaba cuenta de lo que hacía mal, como para ver si merecía el cielo o
el infierno cuando muriera.
Pasaron los años, y me hablaron de que sin dejar de ser Dios, era
también mi Padre, un Padre infinitamente misericordioso que me había
amado ya desde antes de la creación del mundo y seguía amándome, que en
Él vivía, me movía y existía y que siempre estaba a mi lado.
Y empecé a amarle. Y de repente, empecé a sentir mi vida como si fuera
un viaje en bicicleta, pero ¡ era una bici de dos!, y noté que Dios
viajaba conmigo y me ayudaba a "pedalear".
No sé como, ni sé cuando sucedió que Él me sugirió que cambiáramos los
lugares, lo que sí sé, es que mi vida no ha sido la misma desde
entonces.
Me di cuenta que Él conocía cosas que yo no sabía acerca
de andar en bici, Él conocía secretos... Sabía como doblar para dar
vueltas cerradas, brincar para evitar obstáculos llenos de piedras,
buscar senderos abiertos en los que su compañía se hacía "luz" cuando en
mi vida se hacia de noche y habían desaparecido la luna y las
estrellas, incluso sabía "volar" para no caer en precipicios.
El conocía caminos diferentes con paisajes hermosísimos, a través de
montañas y de valles, y bordeábamos ríos y atravesábamos pueblos y con
velocidades increíbles. Lo único que yo podía hacer era sostenerme;
aunque pareciera una locura.
Y cuando le decía "estoy asustado", Él se inclinaba un poco para atrás y
por unos segundos cogía mi mano y mi temor desaparecía.Y cuando le
decía: "estoy cansado"; o me preocupaba y ansiosamente le preguntaba:
"¿a dónde me llevas?..." Él giraba un poco la cabeza, y escuchabasu voz
llena de ternura que me decía: "PEDALEA Y CONFÍA EN MI...".
Así que comencé a confiar en Él..
Él me llevó a conocer lugares desolados, donde reinaba el hambre, la
pobreza, la enfermedad, la injusticia, y también me llevó a conocer
gente con un corazón lleno de dones, lleno de amor, de generosidad, de
justicia, de alegría y de paz. Ellos me dieron esos dones para llevarlos
en mi viaje; nuestro viaje: de Dios y mío. Y Él me dijo: "Comparte
estos dones, dalos a la gente, son sobrepeso, mucho peso extra , así te
irás pareciendo a mí, que todo cuanto tengo os lo he dado y el viaje se
nos hará más ' ligero' ". Y así lo hice con la gente que íbamos
conociendo. Y allá íbamos una y otra vez, Él y yo...
... ahora ya no le digo nada; estoy aprendiendo a "pedalear" con otro
ritmo, por los más "extraños lugares", estoy aprendiendo a callar y a
disfrutar de la vista de este paisaje nuevo y de la suave brisa en mi
cara. Y sobre todo estoy aprendiendo a gozar de la increíble y deliciosa
compañía de mi Dios.
Se que Él lleva la bici y confío del todo en Él.
Sólo le digo de vez en cuando que estoy "cansado", porque me gusta verle
girar ligeramente la cabeza hacia mi y escuchar como me dice, con una
ternura inefable:
"ÁNIMO, PEDALEA Y ¡¡ CONFÍA EN Mí !!
Comentario
Hermoso Lili : ) gracias
ABBA EN TI ESPERO Y CONFIO
"""JESÚS EN VOZ CONFÍO AMÉN***
Me pareció maravilloso !!!!! llegó a mi en un momento justo ! necesitaba que me dijeran que Dios me ama y se ocupa de mis cosas... aunque ya lo sabemos, a veces, necesitamos que nos lo vuelvan a decir... La vida es muy diferente si dejamos que El la conduzca y nosotros nos "dejamos" llevar por El. Pero cómo cuesta darle el manubrio a EL! Gracias por este hermoso mensaje!!!
Dios siempre esta en nuestro caminar, solo hay que confiar , el nos cuida nos proteje de todo mal. Jesus en ti confio.
AMEN
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