Continuación de martes 24 de 2012 (Mateo 12, 46-50)

[Guillermo Estrada González]

Prosiguiendo los comentarios del Profesor de Sagrada Escritura (no padre, como escribí la última vez por error), concluye en la obra citada.

" No hay, pues, duda alguna que el testimonio de la Escritura en favor de Jesús como hijo único de la Virgen María es claro, y lo confirma San Jerónimo en su controversia con Helvidio citando testimonios de los tres primeros siglos de la Iglesia.

La intención de los evangelistas Mateo y Lucas está clara: manifestar la concepción virginal de Jesús, pues María no concibió naturalmente como las demás mujeres, sino sobrenaturalmente, como lo explican, y por lo mismo también sobrenaturalmente dio a luz sin detrimento de su virginidad.

Todos sabemos que  una mujer que concibe por la virtud natural no puede ser madre y virgen a la vez; pero sí puede serlo cuando concibe por virtud sobrenatural o poder del Espíritu Santo y cuando da a luz  por la misma virtud.

La maternidad divina no destruye la virginidad. Tengamos presente que es Dios el que quiso venir a la tierra por medio de una Virgen.

Para explicar de una manera intuitiva este misterio, los Padres y teólogos se sirven de diversas analogías. San Agustín lo dice asi: Como entró Jesús en el Cenáculo donde estaban congregados los apóstoles, cerradas las puertas, así vino al mundo sin perjudicar a la virginidad de María, y como pasa el rayo solar  por un cristal sin romperlo ni mancharlo.

María fue, pues, Madre sin dejar de ser virgen. Para un católico le basta saber que la virginidad de María tiene su fundamento en la Biblia, y que el Magisterio de la Iglesia nos lo enseña".

Aún me queda comentar los versículos 48 y 50 de este capítulo 12, pero lo dejo para otro día.