Ejemplo
Ejemplo fue un sí que dio María,
un sí que lo dio todo, un sí que dio la vida.
Y fue creer en el Amor divino,
lo que le dio la fuerza para seguir el camino.
Aquí estoy, oh, María,
dame tu mano, tómame la mía.
Haz que tus pasos sean mis pasos, siempre,
que tu alegría pueda ser la mía.
En el hermano encontramos el mensaje
del Cristo que tú amaste, del Cristo que enviaste.
Hoy te pedimos bendigas nuestras almas,
bendigas nuestros pasos, también nuestras palabras
Cancionero de la Iglesia Católica.
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