LA SOLIDARIDAD:UN VALOR...O UN MERO SENTIMIENTO?

[Lili Claver]

En todo tiempo los seres humanos tenemos la gran oportunidad de vivir un valor que nos ayuda a ser mejores seres humanos y es, el de la solidaridad. Sencillamente porque este valor es una característica del ser sociable, es un valor que nos inclina a unirnos a nuestros prójimos o semejantes nos invita a una constante colaboración con el cercano o con el lejano que lo necesita.

 

Pareciera que la solidaridad es algo que brota en nosotros solo en situaciones de desastre, fieles a la Real Academia. Como si fuera un mero sentimiento que brota en un momento dado y no formara parte de un valor en nuestras vidas. Si así fuera decía mi abuelita “otro gallo nos cantaría”

¿Qué nos pasó? Nos falta ejercer el pensamiento, reflexionar, mirar a nuestro alrededor. Y a los que nos llamamos cristianos y somos de misa y comunión diaria o semanal, nos falta vivir los sentimientos de Cristo. No podemos reducir el concepto de solidaridad “ceñidos” a un simple servicio en un momento dado de emergencia. La solidaridad justa y necesaria la deberíamos vivir en el día a día. Para que la luz brille en las tinieblas.

Por ejemplo: En la empresa los dueños deben procurar pagar un salario justo a sus trabajadores, de tal manera que les alcance para cubrir las necesidades primordiales de su familia; también los trabajadores en la oficina, el taller, el hospital, deben preocuparse por ayudar a sus colegas a desempeñar mejor su labor, con consejos, orientaciones o simplemente enseñarlos a hacer aquello que más se les dificulta. En el trabajo personal: poniendo alegría y empeño por hacerlo lo más perfectamente posible, pues garantiza el progreso de la empresa y por consiguiente el propio. Los educadores actualizando continuamente sus conocimientos, al mismo tiempo que las técnicas de enseñanza, para garantizar un mejor aprendizaje y aprovechamiento de los alumnos, además de ver en cada educando a una persona en desarrollo y formación. En el hogar: dando un trato justo a las empleadas que conviven diariamente con nosotros y nos ayudan a tener una vida más agradable. El respetar las normas viales, conducir con responsabilidad, para garantizar la seguridad de los pasajeros y peatones

 

La solidaridad es una actitud, un estilo de vida que debe existir entre las personas, no porque se les conozca o sean nuestros amigos, sino simplemente porque todos tenemos el deber de ayudar al prójimo y el derecho a recibir la ayuda de nuestros semejantes. La solidaridad tiene que ver con la cultura del bien común, que debería crecer cada día desde nuestros hogares, donde sean efectivas la ayuda y participación de todos para el bienestar de los demás.

La Solidaridad significa pensar en los demás como si fuera otro yo, pues no vivimos aislados y nuestros conciudadanos esperan que alguien se preocupe por el bienestar y seguridad de todos. Hablando en cristiano es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Mc. 12, 28-34.