PREPAREN EL CAMINO DEL SEÑOR EN ADVIENTO
Quitad toda piedra, donde el Señor, a su paso pueda tropezar.
Quitad todo resentimiento, donde el Señor, cuando venga, pueda caer.
Quitad todo rencor, donde el Señor, cuando pise, pueda herirse.
Quitad toda mentira, donde el Señor, cuando nazca, pueda confundirse.
Quitad toda tristeza, con la que el Señor, cuando se presente,
pueda llorar.
Quitad toda barrera, donde el Señor, cuando llame, no pueda entrar.
Quitad toda frialdad, donde el Señor, cuando baje, no pueda cobijarse.
Y, si quitáis todo eso, el Señor –de verdad- nacerá.
J.Leoz
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