Soy todo tuyo María
San Luis María Grignion de Montfort
Virgen María, Madre mía
me consagro a tí y confío en tus manos
toda mi existencia.
Acepta mi pasado con todo lo que fue
.
Acepta mi presente con todo lo que es.
Acepta mi futuro con todo lo que será.
Con esta total consagración
te confío cuanto tengo y cuanto soy,
todo lo que he recibido de Dios.
Te confío mi inteligencia,
mi voluntad, mi corazón.
Deposito en tus manos mi libertad;
mis ansias y mis temores;
mis esperanzas y mis deseos;
mis tristezas y mis alegrías.
Custodia mi vida y todos mis actos
para que le sea más fiel al Señor
y con tu ayuda alcance la salvación.
Te confío ¡Oh María! mi cuerpo y mis sentidos
para que se conserven puros y
me ayuden en el ejercicio de las virtudes.
Te confío mi alma para que Tú la preserves del mal.
Hazme partícipe de una santidad igual a la tuya:
Hazme conforme a Cristo, ideal de mi vida.
Te confío mi entusiasmo y el ardor de mi juventud,
para que Tú me ayudes a no envejecer en la fe.
Te confío mi capacidad y deseos de amar,
enséñame y ayúdame a amar como Tú has amado
y como Jesús quiere que se ame.
Te confío mis incertidumbres y angustias,
para que en tu corazón yo encuentre seguridad, sostén y luz,
en cada instante de mi vida.
Con esta consagración me comprometo a imitar tu vida.
Acepto las renuncias y sacrificios que esta elección comporta,
y te prometo, con la gracia de Dios
y con tu ayuda, ser fiel al compromiso asumido.
Oh María, soberana de mi vida y de mi conducta
dispón de mí y de todo lo que me pertenece,
para que camine siempre junto al Señor bajo tu mirada de Madre.
¡Oh María! soy todo tuyo y todo lo que poseo te pertenece ahora y siempre.
Amén
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