SÚPLICA A LA MADRE
Madre, una Gracia te pido,
que me sanes en cuerpo y alma,
sé que debo despojarme de mi orgullo,
y de todos mis pecados.
Qué lejos estaba de Ti,
qué negro velo cubría mi alma,
hoy te descubro y quiero vivir,
detiene tu mano, pósala en mi corazón.
Amén.
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