Domingo Savio ha sido nuestro Santo custodio en el cuidado y alumbramiento de nuestros diez hijos, tres en el cielo (abortos espontáneos), que el Señor nos ha confiado. Cada uno de los embarazos en gestación fueron difíciles y con grandes dificultades; sangrado abundante, tomando en cuenta que mi esposa tiene un solo ovario a partir de los 17 años, pues le extirparon el otro por tener quistes. Un milagro de Dios el que pueda concebir, porque los médicos le dijeron a mi suegra "Dios quiera que pueda llegar a tener un hijo". Sin embargo Dios, el dueño de la vida, nos bendecía con cada hijo que venía al mundo, y se hacía presente a través de los médicos para detener las hemorragias que la obligaban a estar en cama sin moverse para nada. El Señor siempre fiel se nos manifestaba para evitar que abortara. Un sacerdote salesiano italiano me regaló el escapulario de Domingo Savio (como él lo llamaba), cuando íbamos a tener el primer hijo, (tuvo siete amenazas de aborto); y así con cada hijo en gestación; la Cruz, el sufrimiento nos esperaba en cada embarazo de mi esposa, pero en todos DOMINGO SAVIO, intercedía ante el Señor por nosotros. El último embarazo fue el más complicado de todos; a los seis meses se le rompió el agua fuente, y el ginecólogo nos dijo que no podía hacer la cesárea porque los pulmones de la bebe no habían madurado, y tuvo que permanecer 17 días medicada y en reposo absoluto; se puso muy mal que hasta llegó a ver la muerte. Después de nueve alumbramientos normales, el último fue cesárea. Nuestra hija María Auxiliadora nació en la víspera de la fiesta de Domingo Savio el 05 de mayo a las siete de la noche. Una vez más el Santo de las madres gestantes, puso su sello en nuestras vidas. Gracias por siempre querido Domingo Savio. Te confiamos a cada uno de nuestros hijos para que lo sigas protegiendo. Santiago y Mónica de Vanegas
DOMINGO SAVIO EL SANTO DE LAS MADRES GESTANTES E INFÉRTILES
Domingo Savio está considerado como el protector de las madres, (en especial de las que tienen problemas en el embarazo y en el alumbramiento), de los niños en gestación y niños de cuna, como también de los esposos que tienen dificultades para concebir. Al respecto hay un hecho de su vida: Cuando su mamá está por dar a luz a su cuarta hermanita, Domingo presiente que su mamá está muy enferma y le pide permiso a Don Bosco para que le deje ir a su casa: Don Bosco le pregunta ¿para qué? Domingo le contesta: “Para ver a mi madre que está muy enferma y porque la Virgen la quiere curar” En efecto todo esto aconteció para asombro de sus parientes, familiares y del médico que comprobaron la mejoría de su mamá, después que Domingo la abrazó y le colocó un escapulario en el cuello. Al día siguiente Domingo se presenta a Don Bosco y le dice: “Mi madre está ya curada: la Virgen le ha devuelto la salud. Ha sido la Virgen que le he puesto en el cuello”. Domingo Savio cerca de morir le confesará a su mamá lo referente al misterioso escapulario de la Virgen: “Aquel escapulario que le puse al cuello cuando estaba tan gravemente enferma, le recomiendo que lo conserve y lo preste gratuitamente a toda otra mujer que se encuentre en las condiciones peligrosas en que usted se encontró entonces, pues de la misma manera que la salvó a usted la salvará a las demás”. De los cuatro milagros comprobados que se admitieron para su Beatificación y Canonización: los dos primeros corresponden a niños y los otros dos a madres de cuatro y seis hijos respectivamente. (Tomado del libro REINA, SEÑÓRA Y MADRE pág. 44) Los esposos que no puedan concebir, haced una novena al santo para que interceda al Señor, y veréis los milagros.
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TESTIMONIO DE VIDA:
Domingo Savio ha sido nuestro Santo custodio en el cuidado y alumbramiento de nuestros diez hijos, tres en el cielo (abortos espontáneos), que el Señor nos ha confiado. Cada uno de los embarazos en gestación fueron difíciles y con grandes dificultades; sangrado abundante, tomando en cuenta que mi esposa tiene un solo ovario a partir de los 17 años, pues le extirparon el otro por tener quistes. Un milagro de Dios el que pueda concebir, porque los médicos le dijeron a mi suegra "Dios quiera que pueda llegar a tener un hijo". Sin embargo Dios, el dueño de la vida, nos bendecía con cada hijo que venía al mundo, y se hacía presente a través de los médicos para detener las hemorragias que la obligaban a estar en cama sin moverse para nada. El Señor siempre fiel se nos manifestaba para evitar que abortara. Un sacerdote salesiano italiano me regaló el escapulario de Domingo Savio (como él lo llamaba), cuando íbamos a tener el primer hijo, (tuvo siete amenazas de aborto); y así con cada hijo en gestación; la Cruz, el sufrimiento nos esperaba en cada embarazo de mi esposa, pero en todos DOMINGO SAVIO, intercedía ante el Señor por nosotros. El último embarazo fue el más complicado de todos; a los seis meses se le rompió el agua fuente, y el ginecólogo nos dijo que no podía hacer la cesárea porque los pulmones de la bebe no habían madurado, y tuvo que permanecer 17 días medicada y en reposo absoluto; se puso muy mal que hasta llegó a ver la muerte. Después de nueve alumbramientos normales, el último fue cesárea. Nuestra hija María Auxiliadora nació en la víspera de la fiesta de Domingo Savio el 05 de mayo a las siete de la noche. Una vez más el Santo de las madres gestantes, puso su sello en nuestras vidas. Gracias por siempre querido Domingo Savio. Te confiamos a cada uno de nuestros hijos para que lo sigas protegiendo. Santiago y Mónica de Vanegas
DOMINGO SAVIO EL SANTO DE LAS MADRES GESTANTES E INFÉRTILES
Domingo Savio está considerado como el protector de las madres, (en especial de las que tienen problemas en el embarazo y en el alumbramiento), de los niños en gestación y niños de cuna, como también de los esposos que tienen dificultades para concebir. Al respecto hay un hecho de su vida:
Cuando su mamá está por dar a luz a su cuarta hermanita, Domingo presiente que su mamá está muy enferma y le pide permiso a Don Bosco para que le deje ir a su casa: Don Bosco le pregunta ¿para qué? Domingo le contesta:
“Para ver a mi madre que está muy enferma y porque la Virgen la quiere curar”
En efecto todo esto aconteció para asombro de sus parientes, familiares y del médico que comprobaron la mejoría de su mamá, después que Domingo la abrazó y le colocó un escapulario en el cuello. Al día siguiente Domingo se presenta a Don Bosco y le dice:
“Mi madre está ya curada: la Virgen le ha devuelto la salud. Ha sido la Virgen que le he puesto en el cuello”.
Domingo Savio cerca de morir le confesará a su mamá lo referente al misterioso escapulario de la Virgen:
“Aquel escapulario que le puse al cuello cuando estaba tan gravemente enferma, le recomiendo que lo conserve y lo preste gratuitamente a toda otra mujer que se encuentre en las condiciones peligrosas en que usted se encontró entonces, pues de la misma manera que la salvó a usted la salvará a las demás”.
De los cuatro milagros comprobados que se admitieron para su Beatificación y Canonización: los dos primeros corresponden a niños y los otros dos a madres de cuatro y seis hijos respectivamente.
(Tomado del libro REINA, SEÑÓRA Y MADRE pág. 44)
Los esposos que no puedan concebir, haced una novena al santo para que interceda al Señor, y veréis los milagros.