Esta situación me recuerda el dicho: “piensa antes de hablar". Nuestro cerebro está siempre presente, pero no siempre lo utilizamos antes de hablar. En vez de hablar con sabiduría podemos hablar sin pensar y ofender a los demás. Esto no es porque no tengamos cerebro, sino porque no lo utilizamos. Siempre tenemos una elección y siempre es nuestra. El libre albedrío pone sobre nuestros hombros la responsabilidad de la manera en que vivimos. ¿Reconoces la presencia de Dios en tu vida y actúas como que si Dios y tú estuvieran trabajando juntos para bien?
Una manera de tomar conciencia de la presencia de Dios en nuestras vidas es comenzar a ver nuestro libre albedrío como Dios en acción. Cada vez que tomamos una decisión, y tomamos muchas cada día, podemos vernos haciendo el trabajo de Dios. ¿Diré un cumplido a mi hija o la regañaré? ¿Qué tono de voz voy a utilizar para hablar con la próxima persona que me llame para tratar de venderme algo? ¿Qué voy a cenar? ¿Cuándo haré las compras?
Estas pueden no parecer decisiones grandes, pero Dios existe en todos los rincones de nuestras vidas. Hasta que veamos a Dios en las cosas pequeñas no estaremos conscientes de Su presencia guiadora y sanadora con nosotros todo el tiempo.
QUE DIOS LOS AYUDE EN EL DIARIO VIVIR A VERLO TB EN LAS COSAS PEQUEÑAS,
PERO A LA VEZ IMPORTANTES
PARA EJERCITARNOS Y APRENDER TODOS LOS DIAS, DE SU GRAN AMOR.
LQM:LILI..