Flor del 22 de mayo: María esperando el Espíritu Santo
Meditación: Reunida en Jerusalén, María aguardaba junto a los apóstoles la venida del Espíritu Santo, y lo hacia orando. Ella, que tenía en sí la plenitud de todos los Dones, se refugió en el apostolado, en piadoso retiro para unir su oración a la de los apóstoles. “A cada cual ha dado Dios cargo de su prójimo” dice el apóstol. La oración y el amor nos señalan a Dios como signo de vida interior y santificación, darse por los demás y orar, por los vimos y muertos, por los justos y pecadores, por los conocidos y los que nunca hemos visto, por los que te quieren bien y te quieren mal. ¡Ora y a Dios escucharás!.
Oración: ¡Oh María, la que en Dios siempre confía, oh María, Reina mía!, alcánzame el don de la piedad y enséñame a todo dar, para así con Dios hablar. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Borrar el propio ego, vaciarse interiormente y preparar nuestra alma para que sea un refugio en el que pueda anidar el Espíritu Sant
Flor que ofrecemos hoy: azalea.
No siempre, el nadar en la abundancia, es sinónimo de felicidad. La flor “azalea” refleja la virtud de la templanza. Eso es precisamente lo que queremos alcanzar a los pies de Santa María Virgen:
-Saber discernir entre la calidad y la cantidad
-Anteponer la belleza interior ante la seducción de lo puramente externo, con aparatosidad y sin sentido.
-Ser moderados a la hora de acaparar y de poseer.