Flor del 23 de mayo: María, la alegría del Pentecostés
Meditación: El gran día del Pentecostés llegó y el Espíritu Divino descendió cubriendo a todos con el Fuego del Amor y la Purificación, de Dones los llenó y María llena de alegría vio a los discípulos de su Divino Hijo así bendecidos. Espiritual alegría debe tener toda alma, cuando vea descender Gracias del Cielo sobre sus hermanos, anticipando para Gloria de Dios y bien de la Iglesia, la gran Fiesta.
Oración: ¡Oh Virgen Santa, Madre de alabanza, que descienda sobre todos tus hijos el Espíritu Divino, para que seamos guiados por El y veamos al Rey!. Amén.
Repetir tres veces: Ven Espíritu Santo, ven, por medio de la poderosa intercesión del Corazón Inmaculado de María, Tu Amadísima Esposa, ven.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Invocar a través del Inmaculado Corazón de María, Esposa del Espíritu Divino, la venida del Santo Espíritu sobre nosotros.
Flor que ofrecemos hoy: orquidea
La “orquídea” alumbra la riqueza mariana que todos llevamos ayudando a crecer el alma. Significa la firme creencia de que, Santa María Virgen, sigue siendo de capital importancia para seguir caminando tras las huellas del que venció en un madero a la muerte: CRISTO RESUCITADO.
A tal Reina… tal honor: LA ORQUIDEA.
Al llegar la fiesta de nuestra Madre mil regalos resultan insuficientes para que sienta y comprenda que es mucho el cariño y otro tanto el amor que esos obsequios guardan y pregonan.
En mayo, rosario y oraciones, ofrendas y peregrinaciones, romerías y cantos constituyen el gran secreto a voces por los creyentes celebrado: MARIA MADRE DE DIOS Y DE NUESTRO PUEBLO.