La muerte de los niños, accidentalmente o inducida, es un verdadero drama. Y esto, por desgracia, hoy es frecuente. Y María, nuestra Madre, mira con angustiosa serenidad hacia Dios implorando clemencia.
Es la Virgen de la Consolación pintada por William-Adolphe Bouguereau (1825–1905). Una obra maestra. Todo un mensaje evangélico para aquellos que la contemplen con el corazón traspasado por el dolor de la muerte de los inocentes.
http://hermano-jose.blogspot.com/2011/05/impresionante-imagen-de-la-virgen.html
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