Cada mañana, lo primero que debemos hacer es darle las gracias a Dios por la oportunidad que nos da a través del don de la vida de ser mejores hijos de El, de reinvidicarnos, de continuar siendo perseverantes en la fe y en la lucha por arrebatar almas al enemigo, esfuerzo incansable al que no debemos desfallecer.
Dios, Padre Nuestro ayudanos a continuar trabajando en tu obra y a no desfallecer en el intento, te amamos Padre Nuestro. Amen