El verdadero amor esta siempre en vela y alerta y hasta mientras duerme esta despierto. Se fatiga, pero no se agota. Como una llamarada, aunque la estrechen, no la logran sujetar, y aunque traten de ahuyentarla no le logran quitar su calor, y sube y vuela hacia arriba, pasando por sobre todos los obstaculos. Si alguno ama, entiende el clamor de esta voz. Fuerte clamor que llega hasta los oidos de Dios, es el ardiente deseo de nuestro espiritu que le dice: Dios mio. Amor mio. Tu eres todo mio, y yo soy toda tuya".
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