El Magníficat
Engrandece mi alma al Señor
mi corazón rebosa de alegría.
Me has mirado
y yo me siento crecer.
Derribas a los poderosos
y haces callar a los maliciosos.
Confías su secreto
a los pobres y a los humildes.
Lo que escondes a los sabios,
lo revelas a los sencillos.
Finalmente se cumple la promesa
hecha en otro tiempo a nuestros padres.
Abraham se alegra con los suyos
viendo que ha llegado el día.
Levanta al pobre para que se siente y reciba el trono de gloria.
1 Samuel 2,8
Tercera Semana de Adviento
Bendiciones….
Vero…
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