Casa Santa de Oracion
Hasta tus plantas
¡Hasta tus plantas me llego,
dulce Maestro y Señor,
y te traigo hecho pedazos
este pobre corazón!
Tantas veces te he llamado...;
¿no me escuchabas, mi Dios?
¡Mas hoy no tengo ya fuerzas
y he atropellado tu amor!
Tú sabes bien, sin embargo,
de esto que te he de decir..
¿Por qué, pues, no me escuchas?
¡Maestro, que puedo morir!
He de contarte (no importa que ya conozcas muy bien)
el ansia que llevo dentro
y el ideal de vencer.
Siempre lo que más yo quise
bien lo sabes Tú que fue
ser integral apóstol
para la fe defender.
No me importaron las luchas,
no me asustó el dolor;
y aunque tuviera trabajos,
¡me bastaba con tu amor!
En mis velas y en mis sueños
y en mis horas de solaz,
era tu amante figura
la que me daba su Paz.
Yo sólo ansiaba ser buena,
yo sólo ansiaba tu amor,
dar TODO aquí en este suelo
en aras de tu Pasión.
Ponía toda mi vida
sólo en luchar sin cesar,
¡por que te busquen y amen
los que no saben amar!
CHIQUITUNGA.
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