Juan 6, 41-51

[Guillermo Estrada González]

• El evangelista San Juan trata de decirnos con este relato que tanto el pan de vida como la fe en Cristo producen el mismo efecto, la vida eterna.
• Comer el pan vivo y creer en Cristo es querer vivir en comunión con Él, y creer en Cristo.

Comer el pan vivo no debemos entenderlo como comer físicamente el Cuerpo de Cristo; tampoco creer en Cristo significa creer racionalmente en Cristo. 

• La comunión supone comulgar con Él, identificarse místicamente con Él, y el que cree en Cristo quiere vivir en comunión con Él.
• Cuando comemos físicamente el cuerpo sacramentado de Cristo en la Eucaristía,  debemos de comulgar también espiritualmente con Cristo. Es más sólo si se da ambas circunstancias, habremos comido el pan vivo que nos hace vivir para siempre.

Como en otro tiempo los padres rechazaron el maná, porque era un alimento muy ligero, ahora lo hijos rechazan el verbo hecho carne, pan bajado del cielo, pero de origen terreno.