LA PROPAGACIÓN DE LA DEVOCIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA

[Maria Isabel Porras de Niño]

LA PROPAGACIÓN DE LA DEVOCIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA

 

    La Devoción a la Divina Misericordia empezó algunos años antes de la segunda guerra mundial en pequeños círculos particulares.  Se hizo en público por primera vez cuando, en 1933 la nueva imagen de Jesús Misericordioso se expuso en Vilna -Ostra Brama-, Polonia.  Fue durante la conclusión del MCM Jubileo de Nuestra Redención.  El confesor de Santa María Faustina, en aquel año, predicó durante las Fiestas de Jubileo, tomando como tema "La grandeza de la Divina Misericordia", y exhortó a los hombres a que se dirigieran con toda confianza a la Divina Misericordia.  Pero en lo sucesivo todo estaba tranquilo por algún tiempo.  

 

    La Devoción de la Divina Misericordia cobró nuevo impulso en 1937 con la publicación de un librito que se hizo con permiso episcopal; la imagen del Misericordioso Jesús, la Novena, la Coronita y las Letanías a la Divina misericordia.  Dicho librito tuvo éxito, y la Devoción se iba propagando.  En este tiempo todavía Santa María Faustina, quien se sentía muy feliz al ver que la Devoción de la Divina Misericordia se propagaba y conmovía los corazones humanos, visiblemente.  Pero sólo después de su muerte, ocurrida en el año 1938, y aún más cuando la segunda guerra mundial empezó en 1939, que la Religiosa había profetizado exactamente, fue cuando la Devoción se extendió con rapidez.

 

    Cuando  esta guerra horrible, que con crueldad diabólica lanzó a muchas naciones en ella, muchos miles buscaron refugio en la Divina Misericordia y  hallaron la protección que pedían.  Después de la guerra, la Devoción a la Divina Misericordia se está propagando más y más, pues la vida después de la guerra convence cada día más a los hombres; cuán verdaderas eran las palabras que Nuestro Señor le dijo a Santa María Faustina: "La Humanidad no encontrará paz hasta que se vuelva con confianza a mi Divina Misericordia".   Más y más en las iglesias se exponen grandes y hermosos cuadros con la imagen del Misericordioso Jesús, y los fieles acuden a esta imagen pidiendo remedios a sus necesidades en estos tiempos tan graves.  Muchas placas votivas dan testimonio de los ruegos atendidos, de las penas y sufrimientos remediados y de la conversión de los extraviados.  Muchas de estas gracias obtenidas parecen milagrosas.  

 

[Maria Isabel Porras de Niño]

                                                         GRACIAS EXTRAORDINARIAS


Una cosa parece bien clara: por medio de esta promesa, nuestro Señor está enfatizando el valor infinito de la Confesión y la Comunión como milagros de misericordia. Quiere que nos demos cuenta de que, ya la Eucaristía es Su Propio Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, ella es la "Fuente de Vida" (Diario, 300). La Eucaristía es Jesús Mismo, el Dios Vivo, que anhela derramarse en nuestros corazones como Misericordia.


¿Por qué nuestro Señor sentiría la necesidad de enfatizar esto? Porque mucha gente realmente no lo entiende. O no ven la necesidad de recibir la Santa Comunión, o la reciben simplemente por costumbre. Como explica San Pablo en su "Carta a los Corintios", ellos comen el pan o beben el cáliz del Señor indignamente, "sin reconocer el Cuerpo (del Señor)".

(1 Corintios 11,27-29)

En sus revelaciones a la Beata Sor Faustina, nuestro Señor deja bien claro lo que está ofreciéndonos en la Santa comunión y cuánto le duele a Él cuando tratamos Su Presencia con indiferencia.


Mi gran deleite es unirme con las almas...Cuando llego a un corazón humano en la Santa Comunión, tengo las manos llenas de toda clase de gracias y deseo dárselas al alma, pero las almas ni siquiera Me prestan atención, Me dejan solo y se ocupan de otras cosas. Oh, qué triste es para Mí que las almas no reconozcan al Amor. Me tratan como una cosa muerta (Diario, 1385).


Me duele mucho cuando las almas consagradas se acercan al sacramento del Amor solamente por costumbre como si no distinguieran este alimento. No encuentro en sus corazones, ni fe, ni amor. A las almas voy con gran renuencia, sería mejor que no Me recibieran (Diario, 1288).


Oh cuanto me duele que muy rara vez las almas se unan a Mí en la Santa Comunión. Espero a las almas y ellas son indiferentes a Mí. Las amo con tanta ternura y sinceridad y ellas desconfían de Mí. Deseo colmarlas de gracias y ellas no quieren aceptarlas. Me tratan como una cosa muerta, mientras que Mi Corazón está lleno de Amor y Misericordia. Para que tú puedas conocer al menos un poco Mi dolor, imagina a la más tierna de las madres que ama grandemente a sus hijos, mientras que esos hijos desprecian el amor de la madre. Considera su dolor. Nadie puede consolarla. Ésta es solo una imagen débil y una tenue semejanza de Mi Amor. (Diario, 1447).


Pues, entonces, la promesa del perdón total, hecha por nuestro Señor es tanto un recordatorio como un llamado. Es un recordatorio de que Él está verdaderamente presente y verdaderamente vivo en la Eucaristía, lleno de amor para nosotros y esperando que nos dirijamos hacia Él con confianza. Y es un llamado para que todos nos purifiquemos en Su Amor por medio de la Confesión y la Santa Comunión - sin importar la gravedad de nuestros pecados - y que empecemos de nuevo nuestras vidas... Él nos ofrece un nuevo comienzo, una pizarra limpia.


Para verdaderamente entender esta promesa, necesitamos examinarla dentro del contexto de las otras promesas que Jesús nos ofrece en la Fiesta de la Misericordia. No nos promete una sola gracia, sino gracias ilimitadas.


Ese día están abiertas las entrañas de Mi misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de Mi misericordia. El alma que se confiese y reciba la santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. En ese día están abiertas todas las compuertas divinas a través de las cuales fluyen las gracias (Diario, 699).


Esto explica por qué tantas personas experimentan conversiones dramáticas en la Fiesta de la Misericordia. Frecuentemente la gente asiste a las celebraciones ene se día con sentimientos o motivos encontrados, o para satisfacer a un amigo o por la propia curiosidad. Pero entonces Dios abre las "compuertas" de Su misericordia. Como explica Sor Faustina si un alma "...muestra un solo destello de buena voluntad, aunque sea el más pequeño, la misericordia de Dios realizará el resto" (Diario, 1486). "Una sola cosa es necesaria: que el pecador entreabra, aun cuando sea un poco, las puertas de su corazón a los rayos de la gracia misericordiosa de Dios y entonces Dios realizará el resto" (Diario, 1507). 



En el "Juicio oficial" del segundo censor teológico de los escritos atribuidos a la beata Sor Faustina, encontramos una explicación detallada de esta efusión especial de gracias.


"Para que la Fiesta sea verdaderamente un refugio para todas las almas, el abismo de la generosidad de Jesús está abierto en este día para que sean derramadas sobre las almas, gracias de todo tipo y todo grado, sin ninguna restricción, hasta la gracia más inaudita.


Esta generosidad es...el motivo para invocar a la Divina Misericordia , con una gran e ilimitada confianza, para obtener todos los regalos de gracias que nuestro Señor quiera derrochar ene se domingo..."


¿Qué tenemos que hacer para hacernos de estas gracias que nuestro Señor quiere "derrochar". Otra vez, el "Juicio oficial" del segundo censor teológico suministra la respuesta:


"Ya que la confianza es el medio por el cual nos acercamos a la misericordia, debemos concluir que el profundo significado de las promesas y los deseos vinculados con la Fiesta es el siguiente: En el día de Su Fiesta, Jesús quiere concedernos a todos - especialmente a los pecadores - una abundancia extraordinaria de gracias. Y por esto, en este día Él espera que nos acerquemos a Su Misericordia con la confianza más grande posible".


¿Cómo nos acercamos al Señor con confianza?. Uno de los modos más importantes, por supuesto, es recibiendo la Santa Comunión en el mismo día de la Fiesta. Pero ¿qué de la Confesión?. En la mayoría de las parroquias, sería totalmente imposible que todos recibieran este sacramento en el transcurso de sólo ese día.


En muchas parroquias y en muchas celebraciones la intemperie, esto se ha convertido en un problema insuperable, ya que mucha gente piensa equivocadamente que tiene que esperar hasta el día de la Fiesta para confesarse. La gente hace fila por horas esperando confesarse y a veces no todos pueden recibir el sacramento. No hay suficientes sacerdotes para atender a las multitudes y el tiempo se acaba. esto se convierte en una carga desagradable tanto para los sacerdotes como para la gente resultando a veces, que los sacerdotes estén renuentes a celebrar Fiesta de la Misericordia.


Entonces, si es posible, deberíamos hacer nuestra confesión antes de la Fiesta. El Cardenal Francisco Macharski, Arzobispo de Cracovia, Polonia y un gran promotor de la devoción a la Divina Misericordia, señala que debemos estar preparándonos para la Fiesta de la Misericordia durante toda la Cuaresma y que deberíamos confesarnos incluso antes de la Semana santa. En su carta pastoral de 1985, dirigida a la gente de su arquidiócesis, escribe:


"Durante la Cuaresma exhorto a todos muy insistentemente que aprovechen el sacramento de la Reconciliación. Sigamos recibiendo del Señor Jesús Resucitado el regalo de la remisión de los pecados a través de la Confesión. Sigamos descubriendo nuevamente al padre rico en misericordia, que espera la conversión de Sus hijos pródigos, a cuyos corazones llama Cristo crucificado. Pido de todo corazón que los sacerdotes atiendan fielmente a los que se acercan a los confesionarios y que los fieles no posterguen la Confesión hasta la Semana santa"

[Maria Isabel Porras de Niño]

                                        UNA PROMESA ESPECIAL DE MISERICORDIA


La promesa de Nuestro Señor de conceder el perdón total de los pecados y los castigos en la Fiesta de la Misericordia está documentada tres veces en el Diario de la beata Sor Faustina. Cada referencia es un poco distinta:


Deseo conceder el perdón total a las almas que se acerquen a la confesión y reciban la Santa Comunión el día de la Fiesta de Mi Misericordia. (Diario, 1109).


Quien se acerque ese día a la Fuente de Vida, recibirá el perdón total de las culpas y de las penas. (Diario, 300).


El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. (Diario, 699)

[Maria Isabel Porras de Niño]

ALGUNAS PROMESAS HECHAS POR EL MISERICORDIOSO JESÚS A AQUELLAS ALMAS QUE HONRAREN ESA IMAGEN.


Los rayos de esta Imagen representan la Sangre y Agua . El rayo blanco representa el Agua que justifica el Alma, y el rojo, la Sangre, que le da la vida. Brotan del Sagrado Corazón de Jesús, que fue traspasado en la Cruz. Protegen al alma de la Ira de Dios Padre. Feliz el que viva bajo su sombra, porque la justa mano de Dios no le alcanzará.


"Yo prometo que quien honrare o venerase esta Imagen no perecerá. También prometo victoria sobre el enemigo que vaga por el mundo, pero especialmente a la hora de la muerte. Yo mismo lo defenderé como mi Propia Gloria. Doy a todos un vaso, con el cual deben venir a la Fuente de Misericordia por gracias".


Dejad que ese vaso sea esta imagen, con la inscripción:

Jesús, Confío En Ti.


Deseo que el primer domingo después de Pascua Florida sea una Fiesta de Mi Divina Misericordia. Cualquiera que reciba el Sacramento de Mi Amor ene se día obtendrá completo perdón de todas sus faltas y castigos. La Humanidad no encontrará Paz hasta que se vuelva con confianza a Mi Divina Misericordia. Vengo ahora como Rey de Misericordia, antes de venir como justo juez para que no haya ninguno que pueda excusarse, en el día del Juicio, poco a poco se va acercando".

[Maria Isabel Porras de Niño]

                                                 EL TESTAMENTO DE MISERICORDIA


Consideremos la experiencia arriba mencionada y la que sigue como una preparación para la importante Misión que Nuestro Señor le iba a dar a Santa María Faustina. Todo esto pasó cuatro meses antes de su muerte, aproximadamente a principios del mes de junio de 1938. Santa María Faustina estaba gravemente enferma en uno de los hospitales de Cracovia. Con sus sufrimientos, el Señor le concedía muchas gracias. Entre estas gracias había una muy importante que podríamos llamar "El Testamento de Misericordia". Una vez más el Salvador imprimió en ella la grandeza de Su Misericordia: "Sabes, !Hija Mía! que mi corazón es la Misericordia misma. De este Mar de Misericordia se derraman gracias sobre todo el mundo. Ningún alma que se acerca a Mí se va sin haber sido consolada. Toda miseria desaparece en Mi Misericordia, y toda gracia redentora y santificadora brota de esta fuente"


Habiendo demostrado a Su humilde Sierva tan solamente la generosidad y el Poder de Su Misericordia, el Salvador, entonces la iluminó sobre la naturaleza de su íntima relación con su Misericordia. Le decía: "!Hija mía! Yo deseo que esa Misericordia sea derramada sobre toda la tierra por medio de tu corazón. No dejes que nadie que se acerque a ti se vaya sin esta confianza en Mi Misericordia, que Yo tanto deseo a las almas".


Es indudable que este mensaje elige a Santa María Faustina para una misión muy importante y extensa, y del que se comprende:


1 - Que Nuestro Señor desea que Santa María Faustina sea la 
dispensadora de su Misericordia.

2 - Que Nuestro Señor desea que las almas se acerquen a ella 
para que obtengan para ellos su Misericordia.

3 - Que Nuestro Señor intenta hacer de su corazón el Templo de 
su Misericordia. Todo esto debía inspirara a las almas gran 
confianza en la Eficacia de la intercesión de Santa María 
Faustina para alcanzar la Misericordia de Dios.


De acuerdo con los deseos de nuestro Salvador, Santa María Faustina, que murió en olor de Santidad, tiene que cumplir una Misión Especial del Señor en la propagación de la Devoción a Su Misericordia . Él desea hacerla la Medianera Especial de su Misericordia. Santa María Faustina tenía conocimiento de esta Misión, y sabía que estaba destinada a guiar a las almas hacia la Misericordia de Dios, no solamente en esta vida, sino también en la otra vida. Escribe en su diario: "Yo estoy convencida de que mi Misión no terminará". !Oh almas que dudáis!, yo voy a quitaros el velo que os impide ver el Cielo y a convenceros de la Gran Bondad de Dios, para que no más hiráis al Dulcísimo Corazón de Jesús con vuestra incredulidad. "!Dios es Amor y Misericordia!".

[Maria Isabel Porras de Niño]

                                                       EL MISERICORDIOSO CORAZÓN
                                                         DE SANTA MARÍA FAUSTINA


Hablando de "otras ayudas" para la propaganda de la Misericordia de Dios, tenemos que mencionar en pocas palabras, el trabajo que Santa María Faustina tenía que cumplir en este movimiento. Nuestro Señor deseaba que el corazón del futuro "Apóstol de Su Misericordia" fuera formado según este Atributo Divino. Encontramos muchas instancias en su vida que indican que este deseo del Corazón de Cristo fue grabado en su corazón firmemente. Parece que ella hizo de él la única preocupación de su vida. Por lo cual creemos poder hablar del "Misericordioso corazón de Santa María Faustina" (Santa María Faustina hacía actos de caridad con los pobres y necesitados tanto como la Regla Monástica lo permitía. Y los practicaba con tanto entusiasmo y celo, que Nuestro Señor le manifestó de una manera milagrosa, cuán satisfecho estaba en sus obras de caridad).


Antes de todo procuraba salvar a los pecadores, ayudar a los moribundos y dar alivio a las almas del Purgatorio.


Los moribundos. estos infortunados se encuentran en peligro de ser condenados eternamente. El salvarlos es la mayor obra de Misericordia... Santa María Faustina escribe:!Muchas veces yo acompaño a los moribundos, y rezando, yo obtengo para ellos la gracia de la confianza en la Misericordia de Dios. Muchas veces la Misericordia de Dios conmueve al pecador en el último momento de una manera extraña y misteriosa ..., y lo hace volver a Dios y obtener la remisión de sus pecados...! !Oh cuán inexplorables son los caminos de la Misericordia de Dios!".


"Muchas veces estoy en contacto con las almas de los moribundos" - escribe Santa María Faustina -


"Mi Ángel de la Guarda me mueve a hacer esto. Sucede muchas veces que los moribundos están a millas de distancia. Entonces Dios efectúa un acercamiento conmigo, y el moribundo, espiritualmente, se acerca a mí por una iluminación súbita y en el momento de la muerte inminente de su alma. Yo continúo rezando, hasta que siento alivio, y la paz vuelve a mi alma. Lo que indica que el moribundo o moribunda hizo su paz con Dios. Más una vez tuve la ocasión de confirmar el hecho de quela agonía final del moribundo había empezado, fui llamada a rezar de esta manera". También declara que cuando ella era forzada a rezar por un período de tiempo más largo, el alma tenía una lucha más larga y marga, y sufría una muerte difícil. Estaba convencida de que la Corona de La Misericordia de Dios era una ayuda especial para los moribundos. "Reza la Corona que te he enseñado", eran las palabras que oía dentro de su corazón y entonces sentía cómo el poder de la Misericordia de Dios abrazaba a los moribundos.


En su fervoroso deseo de salvar a los moribundos del fuego eterno del infierno, el corazón misericordioso de Santa María Faustina se hizo osado en sus peticiones.


Recuerda que el viernes 8 de diciembre de 1937 sintió de una manera extraordinaria la proximidad de Dios durante la Santa Misa. Después de la Santa Comunión, ella levantó los ojos hacia el Salvador, con gran confianza, comenzó a suplicarle:!Oh, Jesús!, por Tu Misericordia infinita, yo te suplico, libra del fuego del infierno a todas las almas que han de morir hoy, aunque sean los más grandes pecadores. Hoy es viernes, día de Tu amarga agonía en la Cruz. Y como Tú Misericordia es infinita, los Ángeles no se asombrarán..."; y el Señor me estrechaba contra Su Sagrado Corazón, diciéndome:


"!Mi hija amada!, tú entiendes bien el abismo de Mi Misericordia; sabes que has rogado por una inmensa gracia, más Yo haré lo que Tú me pidas..."


Y referente a las almas del Purgatorio. Santa María Faustina tenía para ellas un corazón lleno de misericordia y caridad activa. Sabiendo bien que estaban abandonadas en sus sufrimientos, frecuentemente intercedía por ellas ante la Misericordia de Dios.


Ofreció la mayoría de sus oraciones y sufrimientos por su alivio. Muchas veces Dios permitía a las almas que sufren en el Purgatorio comunicarle sus necesidades y también informarla de la suspensión temporal de sus sufrimientos o de su liberación del Purgatorio y de su entrada en la Gloria Eterna.


Y finalmente Los pecadores, su conversión y salvación era su gran preocupación. Era evidente que su Esposo Celestial deseaba de su corazón otro igual al Suyo, "inflamando con Misericordia". Escribe en su diario: " Hoy (25 de marzo de 1938) vi a Jesús en agonía. Se inclinaba hacia mí y , en voz baja me decía:


"!Hija Mía!, ayúdame a salvar las almas de los Pecadores". Con estas palabras sentía un deseo ardiente de salvar almas. Después de esta visión comprendía de qué manera tenía que salvarlas... y me preparaba para sufrimientos más grandes... Hoy este sufrimiento era más intenso, y además, yo sentí el odio del enemigo de las almas, pero él no me podía hacer ningún daño".


Santa María Faustina sabía cómo tenia que interceder por la conversión de numerosos pecadores, no solamente por medio de sus sufrimientos, sino también con sus oraciones admirables, por su confianza absoluta y simplicidad, como observaremos en la santa conversación siguiente que tenía con Nuestro Señor. Escribe en su diario: "Esta mañana, 16 de febrero de 1937, después de terminar mis ejercicios espirituales, empezaba a hacer mi labor de crochet. Sentí que Jesús estaba descansando tranquilamente en mi corazón. Este conocimiento profundo y dulce de la presencia de Dios me impelía a hacer la siguiente oración: "!Oh Santísima Trinidad!, que vives presente en mi corazón, Te suplico concedas la gracia de la conversión de tantas almas como yo me punzaré con esta aguja en este día de hoy". En contestación, oí en mi alma las siguientes palabras: "HIja Mía, tus peticiones son demasiado grandes". Ella le contestó: "!Pero, Jesús: es más fácil para Ti darme más, que solamente un poquito". Jesús le contestó: "Pero cada conversión de un alma pecadora exige sacrificio".


Santa María Faustina insistía: "Bien, mi Jesús; yo Te ofrezco mi trabajo concienzudo". Jesús contestaba: "¿No te parece este sacrificio demasiado pequeño para un número tan grande de almas?. Santa María Faustina insistió: "Pero Tú Jesús, has salvado almas durante treinta años justamente con esa clase de trabajo. Y como la Santa obediencia me prohíbe hacer penitencia y mortificaciones rigurosas, yo Te suplico aceptar pequeñeces, hechas por obediencia, como obras grandes". En contestación, oí en mi alma una voz que decía: !Mi Hija querida, Yo te concedo tu petición".

[Maria Isabel Porras de Niño]

                                                     !JESÚS, CONFÍO EN TÍ!
                                            Instrucciones para los adoradores del
                                                    Misericordiosísimo Jesús
                                         (Por el Rvdo. Estanislao Skudzyk, S.J.)


Los adoradores del Misericordiosísimo Jesús deben:

1 - Venerar la Imagen del Misericordioisísimo Jesús en su casa y 
dirigir todas sus peticiones y dificultades con confianza al 
Misericordiosísimo Jesús.

2 - Consagrase enteramente al Misericordiosísimo Jesús.

3 - Vivir bajo los rayos de Gracia del Misericordiosísimo Jesús 
quiere decir procurar continuamente tener pureza de corazón
y hacer lo posible para vivir una vida verdaderamente 
cristiana.

4 - Propagar la Misericordia de Dios, haciendo obras espirituales
y corporales de Misericordia, sobre todo convirtiendo a los 
pecadores, consolando a los pobres, afligidos, enfermos, y
ayudándolos.

5 - Durante tus oraciones diarias agregar la jaculatoria: " Jesús,
yo confío en Ti". Los que tienen tiempo especialmente los 
enfermos, deben rezar diariamente "La Corona de la Divina
Misericordia" u otros rezos de la Misericordia.

[Maria Isabel Porras de Niño]

                                                             CONSAGRACIÓN 
                                                  AL MISERICORDIOSÍSIMO JESÚS 
                                                      (Por Estanislao Skudrzyk, S.J)


!Oh Misericordiosísimo Jesús! Tu bondad es infinita y los tesoros de Tus gracias inagotables. 


Yo confío enteramente en Tu Misericordia, que supera todas Tus obras. Yo me consagro enteramente a Ti para vivir bajo los rayos de Tu gracia y amor que brotaron de Tu Santísimo Corazón en la Cruz.


Yo deseo propagar Tus Misericordias por medio de obras espirituales y corporales de la Misericordia, especialmente convirtiendo a los pecadores, consolando a los pobres, afligidos y enfermos, ayudándolos.


Pero Tú me vas a proteger como Tu propiedad y Tu gloria, pues yo temo todo de mi debilidad y espero todo de Tu gran Misericordia.


Que toda la Humanidad conozca el abismo incomprensible de Tu Gran Misericordia y ponga toda su esperanza en ella y la alabe por toda la eternidad. 

Amén

[Maria Isabel Porras de Niño]

                                              ORACIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA


Para obtener gracias por la intercesión de Santa María Faustina que tuvo las Revelaciones de Nuestro Misericordioso Salvador, de 1931 - 1938 (nació el 25 de agosto de 1905, murió el 5 de octubre de 1938).


!Oh Señor! Tu Misericordia supera a todas Tus Obras. Te doy gracias por las infinitas y extraordinarias gracias que derramaste sobre Tu Sierva Santa María Faustina, y principalmente por la gracia de haberle revelado de una manera especial el Abismo de Tu Gran Misericordia, que tanto deseas derramar sobre cada una de las almas y sobre la Humanidad extraviada y cansada en estos tiempos atribulados.


Yo Te suplico, con la mayor confianza, que tengas Misericordia de mí, y si no es contra la salvación de mi alma, de concederme esta gracia (aquí se dice el favor deseado...), que deseo tanto...


Concédeme por los méritos e intercesión de Santa María Faustina a la que Te has dignado elegir como Confidente y Apóstol de Tu Misericordia.


Y como Tu Misericordia no tiene límites !Oh, Señor! Te imploro de nuevo que por la intercesión de Santa María Faustina derrames Tu Gran Misericordia sobre nuestra amada Patria y dígnate preservarla de todo mal. Concédenos que seamos siempre fieles a Tu Divino Hijo y a Tu Santa Iglesia. Amén.


Un Padrenuestro...Avemaría...y Gloria.

Y recibe la Divina Eucaristía.

[Maria Isabel Porras de Niño]

                                                           NUESTRA OBLIGACIÓN


Si el Cielo nos da una gracia tan admirable, la debemos apreciar y tenemos que propagar esta magnifica devoción entre nuestros amigos y por todas partes; tenemos la honrosa obligación de ayudar a la salvación de la Humanidad propagando esta devoción.


Todo el mundo debe conocer la amonestación de Nuestro Señor: "La Humanidad no tendrá tranquilidad ni Paz hasta que venga con confianza a Mi Divina Misericordia". Y nosotros que hemos tenido la dicha de conocer la Divina Misericordia, debemos implorar al Cielo, sin cesar, para que la Humanidad acoja esta amonestación de Nuestro Señor. "Di a la Humanidad sufriente, que venga a Mi Misericordiosísimo Corazón, y les daré la Paz".


El Señor dijo a Santa María Faustina: "Secretaria de Mi Misericordia, tú tienes la obligación, no solamente de escribir y proclamar Mi Misericordia, sino también debes implorar gracias para los pecadores a fin de que ellos también alaben Mi Misericordia".


Amado lector: Si tú has leído este librito, trata de ser también un Apóstol de la Misericordia de Dios. Propagándola donde puedas. Grandes e inmensas gracias espirituales y temporales obtendrán de Nuestro Amabilísimo Salvador.



NOTA: La nueva Imagen del Misericordioso Jesús se encuentra en cada ciudad y población de Polonia y por todos los Estados Unidos.

[Maria Isabel Porras de Niño]

                                                      LA MADRE MISERICORDIA
                                                        Y LA NUEVA DEVOCIÓN


Santa María Faustina tuvo también apariciones de la Santísima Virgen.

Mencionaremos solamente la que tuvo lugar el 25 de marzo de 1936. En el día de la Anunciación. Santa María Faustina sintió la presencia de Dios de una manera especial; veía la Inmensa Divina Majestad y, al mismo tiempo, su infinita condescendencia con las criaturas. Entonces se le apareció la Madre de Dios. Hizo la alabanza de las almas que fielmente siguen las inspiraciones de la gracia, indicándole también la importancia de la Devoción de la Divina Misericordia en estos tiempos presentes, diciendo: "Yo di al mundo el Redentor, y tú tienes que hablarle al mundo acerca de su Gran Misericordia, y prepararlo para Su Segunda Venida. Vendrá, no como Redentor Misericordioso, sino como Justo Juez. Este día tan terrible, vendrá: será el día de la justicia, el día de la Ira de Dios... Los Ángeles tiemblan al pensar en ese día... Habla a las almas de la Gran Misericordia de Dios, mientras haya tiempo. Si te quedas en silencio ahora, serás responsable de la pérdida de un gran número de almas en aquel día terrible. No tengas miedo, y sé fiel hasta el fin".