Un nuevo modo de transmitir la información sobre la alta tasa de aborto entre las mujeres negras en los Estados Unidos de América, a miles de personas, fue lanzado en una feria comercial para barberos y estilistas de cabello en la ciudad de Atlanta, en el Estado de Georgia, durante el último fin de semana de agosto.
Más de mil estilistas de cabello les dijeron a los organizadores, que ellos hablarían sobre el aborto en sus negocios.
Más de 1,000 personas se comprometieron en ver el video DVD, y en hablar en sus negocios sobre el trágico impacto del aborto en la comunidad negra.
En la caseta que fue montada con despliegues de secadoras de pelo, de timbres, y de muestras de cremas y lociones en la feria comercial internacional , bajo un estandarte que leía “Habla la vida” (“Life Talks”), los trabajadores pro-vida distribuyeron carpetas con información sobre la desproporcionales altas tasas de aborto entre las mujeres negras, una copia de MAAFA 21, que es un documental sobre el genocidio negro en la América del siglo 21, y una calcomanía para las ventanas de sus
negocios.“Si aquellos que pasaban, acordaban ver la película y hablar sobre el aborto en sus negocios, ellos recibirían la carpeta, y la calcomanía para colocar en la ventana de su negocio, con la que le anunciaban a sus clientes que ellos estaban dispuestos a hablar sobre este asunto”,
Observó que, para muchas mujeres, una excursión al salón de belleza es algo que hacen regularmente, e innumerables hombres encuentran “descanso y confort” mientras se echan para atrás en la silla del barbero, escuchando las conversaciones y riéndose con sus amigos
“Existe allí un verdadero sentido de comunidad y de acoplamiento, mientras las conversaciones se elevan por encima del ruido de las secadoras de pelo y de los timbres”,
“Yo me quedé impresionada sobre el modo en que las personas querían saber sobre el impacto del aborto en la comunidad negra. Muchos se alarmaron cuando ellos vieron las estadísticas y se sobrecogieron al escuchar la noticia de que, como raza, estamos disminuyendo a un ritmo alarmante”, ella dijo.
Muchos de aquellos con los que habló, ella mencionó, “desconocían que el aborto es el asesino número 1 de la América negra”, mientras que otros, quienes eran cristianos, no estaban conscientes del mal del aborto
“Un hombre admitió, con mucho sufrimiento, que una amiga que tenía se había practicado once abortos. Dos mujeres negras, ya mayores de edad, llorando, se acercaron a la caseta. Ambas habían presionado a sus hijas a abortar, y ellas se rehusaron. Cuando las mujeres vieron la caseta, ellas se sintieron instantáneamente culpables, y tuvieron que confesar lo que habían hecho”, ella relatóEn cuanto a otra conversación sostenida, Christina mencionó lo siguiente:
“Una mujer mayor de edad me dijo que acababa de renunciar a su trabajo como agente de seguridad en una clínica de aborto, una semana antes de la feria comercial para barberos y estilistas de cabello. Cuando yo le pregunté la razón, ella me dijo que era muy difícil ver llegar a las muchachas, cada vez más jóvenes de edad. Ella dijo que algunas eran de edades tan tempranas como de once años, y ya no podía más, así que se fue.
DLB LQM.SALUDOS: LILI.
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