NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LOURDES / CUARTO Y QUINTO DIA

[Lili Claver]

NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LOURDES

CUARTO DIA

Oración Inicial.

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, creador y redentor mío, por ser quien eres, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido, y propongo firmemente nunca más pecar, confesarme, cumplir la penitencia que me fuere impuesta y apartarme de todas las ocasiones de ofenderte. Te ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y confío en que por tu bondad y misericordia infinita me perdones por los méritos de tu preciosísima sangre, pasión y muerte, y me darás gracia para enmendarme y para perseverar en tu santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén

Meditación de hoy: Nuestra Madre pide oración.

Ante la mirada triste de la Madre de la misericordia que pareció recorrer con mirada triste la tierra. Bernardita, al verla llena de dolor, exclama: ¿Qué tenéis? ¿Qué es preciso hacer?
Madre Responde: "Rezar por los pecadores".
Así, como nos sabemos pecadores, nuestra oración de unos por otros, sube al cielo para clamar a través de la Santísima Virgen, la Misericordia Divina.

Invitación a todos los que participan de la novena :

En silencio, ponemos en el corazón de Nuestra Madre la intención por la que le ofrecemos esta novena.

Solicitamos a Nuestra Señora que escuche nuestra oración:

Santísima Virgen de Lourdes, que a ninguno desamparas ni desechas, mírame con ojos de piedad y alcánzame de tu Hijo el perdón de mis pecados para que con devoto afecto celebre tu Santa e Inmaculada Concepción, y reciba después el galardón de la bienaventuranza del mismo de quien eres Madre. Amén.

Oración final:

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios; no desprecies las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh, Virgen gloriosa y bendita! Amén.
V. Ruega por nosotros, ¡oh Virgen de Lourdes!
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

QUINTO DIA

Oración Inicial.

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, creador y redentor mío, por ser quien eres, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido, y propongo firmemente nunca más pecar, confesarme, cumplir la penitencia que me fuere impuesta y apartarme de todas las ocasiones de ofenderte. Te ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y confío en que por tu bondad y misericordia infinita me perdones por los méritos de tu preciosísima sangre, pasión y muerte, y me darás gracia para enmendarme y para perseverar en tu santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén

Meditación de hoy: Nuestra Madre confirma que seremos perseguidos y probados.

Las penas y trabajos de esta vida son como el sello de las complacencias de Dios sobre un alma. Recordemos que Jesús nos dijo: "Si el mundo os aborrece, sabed que antes me aborreció a Mí."
Nadie amó a Dios en el mundo como Jesús y María. Nadie tan amado por Dios como Jesús y María, y nadie tampoco sufrió en esta vida tanto como ellos sufrieron.

Invitación a todos los que participan de la novena :

En silencio, ponemos en el corazón de Nuestra Madre la intención por la que le ofrecemos esta novena.

Solicitamos a Nuestra Señora que escuche nuestra oración:

Santísima Virgen de Lourdes, que a ninguno desamparas ni desechas, mírame con ojos de piedad y alcánzame de tu Hijo el perdón de mis pecados para que con devoto afecto celebre tu Santa e Inmaculada Concepción, y reciba después el galardón de la bienaventuranza del mismo de quien eres Madre. Amén.

Oración final:

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios; no desprecies las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh, Virgen gloriosa y bendita! Amén.
V. Ruega por nosotros, ¡oh Virgen de Lourdes!
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

[Elda Rocca Buezas]

Amen