ORACIÓN
Dueño de mi vida,
Señor de mi historia,
te doy gracias
por tan incontables bendiciones
que me has dado hasta hoy.
Por tu mano poderosa,
que ha hecho maravillas.
Por la Palabra de sabiduría que me regalas.
Por la fuerza que sostiene e impulsa mi corazón.
Gracias porque estoy seguro de tu presencia
en cada instante, porque tengo certeza
de tu bendición y que estarás también
en el futuro dándome dones incontables.
Consagro este año de mi vida a Ti,
para que seas, en todo, el sentido
de lo que haga y lo que viva.
Amén.
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