Dios, Padre mío,
estás aquí y me contemplas.
Todo está ante tus ojos: mis preocupaciones, mis dudas, mis sufrimientos...
Fortaléceme porque mis energías son escasas.
Guíame, no sé cómo seguirá todo.
Seréname porque ante tantas dudas tengo miedo.
Estás aquí y me contemplas.
Hoy
haz que viva bajo tu mirada,
haz que busque tu mirada amorosa,
y experimente que cuidas de mí.
Confiaré en ti con todas mis fuerzas.
Amén.
¡Tienes que ser miembro de Rosario ProVida para agregar comentarios!
Únete a Rosario ProVida