Señor Jesucristo, tu que eres amor y justo, tu que eres perdonador y dador de vida, tu que eres el agua viva, y manso y humilde de corazón, ayúdame Señor a buscar ser como tu eres a amar como tu amas, a ser humilde como tu eres, a quitar de mi todo orgullo y soberbia, dejar buscar mis caminos y andar en los tuyos, a no esperar recibir antes de dar, a despojarme de mi mismo, a no hacerme tesoros en la tierra sino en el cielo, a no frustrarme porque el mundo no gira como yo quiero, a ser paciente con los que me rodean, con mis jefes, mis clientes, mis proveedores, mis empleados, mis hermanos, mis padres, mi esposa, mis autoridades, mis compañeros… etc.
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