Si vivimos el presente
Si vivimos el presente, podemos cumplir bien todos nuestros deberes.
Si vivimos el presente, nuestras cruces se vuelvan soportables.
Si vivimos el presente, podemos reconocer las inspiraciones de Dios, los impulsos de su gracia, que llegan en el presente.
Si vivimos el presente, podemos construir con fruto nuestra santidad. Francisco de Sales decía: “Cada instante llega cargado de una orden y va a hundirse en la eternidad para fijar allí lo que hemos hecho”.
¡Vivamos, entonces, el presente! ¡Vivámoslo a la perfección! Al final de cada día, y al final de la vida, nos encontraremos cargados de obras buenas realizadas y de actos de amor ofrecidos.
Chiara Luich – Volver al presente
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