Me llamaste de lejos tantas veces
sin que yo a tu llamada respondiera,
sin que mi ciego corazon supiera
de tanto amor como,al llamar,me ofreces,
que yo ahora te busco,me pareces
en la quietud divina de tu espera
algo tan fiel que el corazon quisiera
saber porque tan firme permaneces.
Yo soy,Senor,el sordo del camino,
el que buscaba a tientas un destino
que a una ebriedad de sombras me llevaba.
Y Tu estabas aqui,firme,despierto
como la voz que clama en el desierto
por el que yo,embriagado,caminaba
AMEN
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