“Antes de formarte en el vientre materno, Yo te conocía; antes de que salieras del seno materno, Yo ya te había consagrado”. Jeremías 1,5
En lo que muchos se debaten si la vida empieza con la concepción o no, Dios te deja claro que para Él la aventura de vida comenzó mucho antes. Dos verbos buenos toca dejar en tu corazón hoy alimentándose: CONOCER: en la Biblia esto es sinónimo de amar, de intimidad, amas lo que conoces y porque conoces lo amas. Para Dios no eres un extraño, te ama, y eso causa toda la diferencia y hace que TODO lo que te suceda sea para tu bien. CONSAGRAR: nunca serás uno más para Dios, a cada uno de sus hijos los ha preparado y separado para algo. Consagrar es hacerlo suyo, apartado con amor, desde el amor y para el amor. Es buena noticia, y no deja de sorprender que esto es decisión del Dios que te ama, desde la Eternidad.
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