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El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo?
El Adviento, tiempo de esperanza
El Adviento está tocado, de una forma muy particular, por la característica de la esperanza. La esperanza como virtud que sostiene al alma, que consuela al ser humano. Teniendo en cuenta este sentido esperanzador del Adviento, creo que cada uno de nosotros tendría que reflexionar sobre el tema de lo que es la esperanza en su vida.
Cuántos desánimos, cuántas fragilidades, cuántas decepciones, cuántas caídas y cuántos momentos de rendirse a la hora del trabajo espiritual, apostólico y familiar no tienen otra fuente más que la falta de esperanza. La falta de esperanza es fruto de una falta de fortaleza que, al mismo tiempo, es el resultado de la carencia de perspectivas de cara al futuro, que es lo acaba por hundir al alma en sí misma y le impide mirar hacia el futuro, mirar hacia Dios.
Si Cristo es mi esperanza, ¿qué me falta para alcanzarlo? Si la armonía de mi familia es mi esperanza, ¿qué me falta para conseguirla? Si mi hijo necesita que yo le dé este o aquel testimonio, ¿qué me falta para podérselo dar? La esperanza se convierte en aguijón, en resorte dentro del alma para que uno pueda llegar a obtener lo que espera.
Aprendamos, entonces, a vivir en este tiempo de Adviento con la mirada dirigida hacia Cristo, que es el objeto de nuestra fe. Pidámosle al Señor que nos permita encontrarlo y recibirlo, y que nos otorgue la gracia de sostener nuestro corazón en el arduo trabajo diario de santificación.
Les invito a que con la esperanza como virtud central en este tiempo de Adviento, podamos repetir lo que dice el salmo 26: "El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar?”.
Autor: P. Cipriano Sánchez LC
en este nuevo ADVIENTO!
Bendiciones
Lqm
Lili.
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LA FE Y LA ESPERANZA VAN AGARRADITOS DE LA MANO, GRACIAS HNA. LILI REFLEXIONAREMOS AL RESPECTO
En eso tenes razón, cuando todo parece ser frágil y desolador, a veces llegamos a perder las esperanzas pero entonces es cuando uno debe estar despierto y pensar en Jesús, y la única manera de comunicarnos con él, rezando el santo rosario que de seguro intervenira nuetra madre por él. Bendiciones
Gracias Lili, todo lo que nos compartes es muy bello. Bendiciones.
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