"LO QUE HICISTEIS A ESTOS PEQUEÑOS, A MÍ ME LO HICISTEIS"
El aborto es el gran flagelo de nuestro tiempo, la humanidad toda deberá pedir perdón a las personas del futuro por no haber sido responsables de la defensa de la vida como primer derecho fundante y fundamental. La propia vida humana se ha convertido en materia disponible para realizar el antojo de los que tienen poder. El niño hoy día sufre los horrores de la guerra en el propio seno materno, sin siquiera poder defenderse de su propia madre, que se ha convertido en su verdugo. El experimento del control demográfico ha dejado para la posteridad un humanicidio incomparable históricamente, se matan por millones y ni siquiera somos capaces de reflexionar sobre la lucha cristiana que debemos enfrentar como militantes y cristianos comprometidos. Hoy es el mejor día para empezar el cambio que la sociedad necesita, debemos romper con el clima gris que lo domina todo y salir a enfrentar al demonio cara a cara, porque es bueno recordarlo, nuestra lucha no es contra gente de carne y hueso sino contra el propio demonio y su legión infernal dispersos por el mundo en su última hora. Hoy es el día, hoy es tu deber y es el de todos nosotros, renunciar a la lucha es claudicar ante el poder del maligno, y si Dios está con nosotros...¿quien contra nosotros? No se desanimen ni se turben, porque ellos podrán matar el cuerpo pero no el alma.
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