DÍA 7 DE NOVENA (Reflexión):Mará del Rosario De San Nicolás. Gracias por compartir.Ana.

[ieda Flavia Analia]

DÍA 7 DE NOVENA (Reflexión):
María en San Nicolás nos llama al retorno a Dios, y este sólo es posible si el corazón del hombre es humilde y dócil al amor del Señor. El sacramento de la confesión es, sin lugar a dudas, una medicina que todo hijo de Dios necesita, ya que de esta forma el Padre sale al encuentro y abre sus brazos para recibir a su hijo alejado de Él. Dios sana; Él es salud, esperanza

 y vida.
Debemos confesar nuestra debilidad para que la misma no se agudice, pidiendo a la vez el socorro necesario para apoyarnos en el Todopoderoso. Así se fortalecerá nuestro espíritu y la Luz del Señor iluminará toda oscuridad hasta disiparla. Para esto, necesitamos humildad y amor en nuestro corazón; humildad para reconocer que somos débiles y que necesitamos de Dios, y amor para brindarnos con total entrega a Quien nos puede sanar y salvar.
"Virgen María, asístenos en preparar nuestros corazones para una sincera confesión, palpando así la misericordia del Padre."

"Hijos míos, el Señor se presenta ante vosotros de manera que podáis pedir, confiar en El y entregaros a El.
Sería inútil si no fuera así, por eso os llevo a la Iglesia. Allí debéis volcar cualquier opresión, que padezca vuestro corazón, en una confesión, donde quedará vuestra alma tan pura, que sentiréis que Cristo Jesús habita en ella. Para esto sirve la Iglesia, por esto es necesario acudir a ella, ahí está el Señor. Gloria a Dios. Leed: II Crónicas C. 6, V. 40-41" – Mensaje 357

DÍA 7 DE NOVENA (Reflexión):
María en San Nicolás nos llama al retorno a Dios, y este sólo es posible si el corazón del hombre es humilde y dócil al amor del Señor. El sacramento de la confesión es, sin lugar a dudas, una medicina que todo hijo de Dios necesita, ya que de esta forma el Padre sale al encuentro y abre sus brazos para recibir a su hijo alejado de Él. Dios sana; Él es salud, esperanza

 y vida.
Debemos confesar nuestra debilidad para que la misma no se agudice, pidiendo a la vez el socorro necesario para apoyarnos en el Todopoderoso. Así se fortalecerá nuestro espíritu y la Luz del Señor iluminará toda oscuridad hasta disiparla. Para esto, necesitamos humildad y amor en nuestro corazón; humildad para reconocer que somos débiles y que necesitamos de Dios, y amor para brindarnos con total entrega a Quien nos puede sanar y salvar.
"Virgen María, asístenos en preparar nuestros corazones para una sincera confesión, palpando así la misericordia del Padre."