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Divina Misericordia y Beatificacion de Juan Pablo II el 1ro de Mayo!

Beatificacion de Juan Pablo II! Fuente: ROME REPORTS®

16 de abril, 2011. (Romereports.com) Juan Pablo II será beatificado el 1 de mayo, Domingo de la Divina Misericordia, porque este año precisamente ése día, la Iglesia católica celebra la misma fiesta litúrgica del día que murió el Papa. Una fiesta muy ligada a Polonia y a su pontificado por la gran devoción que tenía Juan Pablo II a la santa polaca sor Faustina Kowlaska que comenzó la difusión de la devoción a la Divina Misericordia.

P. Giuseppe Bart
Santuario de la Divina Misericordia (Roma)

“Juan Pablo II creció con la espiritualidad de Sor Faustina Kowalska. Durante todo su pontificado explicó la necesidad de invocar la Divina Misericordia. Juan Pablo II dijo que la Divina Misericordia fue la clave de su pontificado”.

De hecho, Juan Pablo II instituyó oficialmente la devoción de a la Divina Misericordia para toda la Iglesia durante la canonización de Sor Faustina Kowalska.

P. Giuseppe Bart
Santuario de la Divina Misericordia (Roma)
“En el año 2000, Juan Pablo II canoniza a Sor Faustina, que es la primera santa del Jubileo. Durante su canonización, con toda su autoridad, dijo: “De ahora en adelante este domingo se llamará de la Divina Misericordia” y así comienza a extenderse este culto, de una manera sorprendente. Especialmente entre los laicos”.

A pocos metros del Vaticano en la iglesia de Santo Spiritu in Sassia, se encuentra el santuario de la Divina Misericordia de Roma. Allí todos los días del año se reúnen fieles y curiosos para rezar las letanías de la Divina Misericordia. Se trata de una oración que se reza a las tres de la tarde en la que se pide a Dios la salvación del mundo entero apelando a su Divina Misericordia.

P. Giuseppe Bart
Santuario de la Divina Misericordia (Roma)
“Las tres de la tarde es la hora en la que Jesús murió. Por eso en una de las apariciones que tuvo sor Faustina, el Señor le  pidió que a esa hora se meditara su pasión, que es el objetivo de este culto”.

Para preparar la beatificación de Juan Pablo II el Papa ha querido que el 1 de mayo se recen en la plaza de San Pedro las letanías de la Divina Misericordia. Una demostración de la importancia de esta devoción en la vida del Beato Juan Pablo II.

 

La Fiesta de la Divina Misericordia se celebra el primer Domingo después del Domingo de Pascua.

Sor María Faustina, apóstol de la Divina Misericordia, forma parte del círculo de santos de la Iglesia más conocidos. A través de ella el Señor Jesús transmite al mundo el gran mensaje de la Divina Misericordia y presenta el modelo de la perfección cristiana basada sobre la confianza en Dios y la actitud de caridad hacia el prójimo.

Antecedentes

Una devoción especial se comenzó a esparcir por el mundo entero a partir del diario de una joven monja polaca en 1930. El mensaje no es nada nuevo, pero nos recuerda lo que la Iglesia siempre ha enseñado por medio de las Sagradas Escrituras y la tradición: que Dios es misericordioso y que perdona y que nosotros también debemos ser misericordiosos y debemos perdonar. Pero en la devoción a la Divina Misericordia este mensaje toma un enfoque poderoso que llama a las personas a un entendimiento más profundo sobre el Amor ilimitado de Dios y la disponibilidad de este Amor a todos – especialmente a los más pecadores. El mensaje y la devoción a Jesús como la Divina Misericordia esta basada en los escritos de la Santa María Faustina Kowalska, una monja polaca sin educación básica que, en obediencia a su director espiritual, escribió un diario de alrededor de 600 páginas que relatan las revelaciones que ella recibió sobre la Misericordia de Dios. Aún antes de su muerte en 1938 se comenzó a esparcir la devoción a la Divina Misericordia.

El mensaje de Misericordia es que Dios nos Ama – a todos- no importa cuan grande sean nuestras faltas. Él quiere que reconozcamos que Su Misericordia es más grande que nuestros pecados, para que nos acerquemos a Él con confianza, para que recibamos su Misericordia y la dejemos derramar sobre otros. De tal manera de que todos participemos de Su Gozo. Es un mensaje que podemos recordar tan fácilmente como un ABC.

A — Pide su Misericordia. Dios quiere que nos acerquemos a Él por medio de la oración constante, arrepentidos de nuestros pecados y pidiéndole que derrame Su Misericordia sobre nosotros y sobre el mundo entero
B — Sé misericordioso – Dios quiere que recibamos Su Misericordia y que por medio de nosotros se derrame sobre los demás
C — Confía completamente en Jesús – Dios nos deja saber que las gracias de su Misericordia dependen de nuestra confianza. Mientras más confiemos en Jesús, más recibiremos.

La Devoción a la Divina Misericordia

Tener devoción a la Divina Misericordia requiere de una total entrega a Dios como Misericordia. Es una decisión que comprende en confiar completamente en Él, en aceptar su Misericordia con acción de gracias y de ser misericordioso como Él es Misericordioso.

Las prácticas devocionales propuestas en el diario de la Santa Faustina están en completo acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia y su raíz están firmemente en los Mensajes de los Evangelios de nuestro Señor Misericordioso. Estos propiamente comprendidos e implementados nos ayudan a crecer como genuinos seguidores de Cristo.

Corazón Misericordioso

Existen dos versos de las Escrituras que debemos tener en cuenta mientras nos involucramos en estas prácticas devocionales.

1. "Ese pueblo se me ha allegado con su boca, y me han honrado con sus labios mientras que si corazón está lejos de mí." (Is 29:13);

2. Bienaventurados los misericordiosos por que ellos alcanzarán misericordia " (Mt 5:7). Es irónico y hasta espantoso el hecho de que la mayoría de las personas religiosas de los tiempos de Cristo (personas que eran practicantes de su religión y que ansiosamente esperaban la venida del Mesías) no fueron capaces de reconocerlo cuando Él vino.

Los fariseos, a los que Cristo les hablaba en la primera cita del evangelio mencionada anteriormente, eran muy devotos a las oraciones, reglas y rituales de su religión, pero al pasar de los años, estas prácticas externas eran tan importantes por ellas mismas que su verdadero significado se había perdido. Los fariseos efectuaban todos los sacrificios requeridos, decían las oraciones correctas, ayunaban con frecuencia y hablaban constantemente sobre Dios, pero nada de esto había tocado sus corazones. Como resultado no tenían ninguna relación con Dios, ellos no estaban viviendo de la forma que Él quería y no estaban preparados para la venida de Cristo.

Cuando miramos a la imagen de nuestro Salvador Misericordioso, o dejamos lo que estamos haciendo a las tres de la tarde, o rezamos la coronilla de la Divina Misericordia – son estas cosas que nos están llevando más cerca a la verdadera vida sacramental de la Iglesia y dejamos que Cristo transforma nuestros corazones? ¿O solo se han convertido en hábitos religiosos? ¿En nuestras vidas diarias estamos convirtiéndonos más y más en personas de Misericordia? ¿O sólo estamos honrando la Misericordia de Dios con los labios? Viviendo el mensaje de la Misericordia Las prácticas devocionales reveladas a la Santa Faustina nos fueron dadas como "instrumentos de misericordia" por medio de los cuales el amor de Dios es derramado sobre todo el mundo, pero no son suficientes por sí solas. No es suficiente que nosotros colguemos la imagen de la Divina Misericordia en nuestros hogares, que recemos la Coronilla todos los días a las 3 de la tarde, y recibamos la Comunión el domingo después de la pascua. Nosotros debemos mostrarnos misericordiosos con nuestro prójimo. ¡Poner la Misericordia en acción no es una opción de la devoción a la Divina Misericordia sino un requisito!

Nuestro Señor le habla estrictamente de esto a Santa Faustina:

Exijo de ti obras de Misericordia que deben surgir del amor hacia Mí. Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte. (Diario 742).

Así como lo mandan los evangelios "Sean Misericordiosos así como su Padre en el Cielo es Misericordioso, " piden que seamos misericordiosos con nuestro prójimo "siempre y en todo lugar" parece imposible de cumplir pero el Señor asegura que es posible. " Cuando un alma se acerca a Mí con confianza, la colmo con tal abundancia de gracias que ella no puede contenerlas en sí misma, sino que las irradia sobre otras almas. " (Diario 1074)

¿Cómo irradiamos la Misericordia de Dios a nuestro prójimo?

Por medio de nuestras acciones, palabras y oraciones. "En estas tres formas" Él le dice a Sor Faustina " está contenida la plenitud de la misericordia" (Diario 742) Todos hemos sido llamados a practicar estas tres formas de misericordia, pero no todos somos llamados de la misma manera. Tenemos que preguntarle al Señor, quien comprende nuestras personalidades individuales y nuestra situación, que nos ayude a reconocer las diversas formas con que podemos poner en práctica Su Misericordia en nuestras vidas diarias.

Pidiendo la Misericordia de nuestro Señor, confiando en su Misericordia, y viviendo como personas misericordiosas nos podemos asegurar que nunca escucharemos decir "Sus corazones están lejos de mí" sino más bien la hermosa promesa de " Bienaventurados los misericordiosos, ya que ellos obtendrán Misericordia".
Fuente: ewtn

Requisitos para celebrar la fiesta:

  • Para celebrar esta Fiesta, deberíamos de comenzar una Novena a la Divina Misericordia, la Novena incluye intenciones especiales para cada día y concluye con la recitación de la coronilla de la Divina Misericordia.
  • Celebración de la fiesta el primer domingo después del Domingo de Pascua,
  • Venir al Señor con un corazón humilde y contrito, arrepentirse de todo pecado.
  • Confiar firmemente en la Divina Misericordia del Señor.
  • Confesarse (con un sacerdote) en ese día si es posible, de otra manera siete días antes o después según aprobación de la Iglesia.
  • Recibir la Sagrada Eucaristía el día de la Fiesta..
  • Venerar la imagen de la Divina Misericordia.
  • Ser misericordioso como Dios es misericordioso, practicar obras de misericordia, físicamente ayudando a otros o espiritualmente con oraciones de intercesión.

  • Palabras del Santo Padre Juan Pablo II

    "Yo le doy gracias a la Divina Providencia porque he podido contribuir personalmente al
    cumplimiento de la Voluntad de Cristo, a través de la institución de la Fiesta de la Divina Misericordia. Yo rezo incesantemente para que Dios tenga misericordia de nosotros y del mundo entero."


Santo Padre Juan Pablo II ( 7/6/97 )
Santuario de la Divina Misericordia, Cracow, Polonia.

Fuente: http://es.catholic.net/celebraciones/120/302/articulo.php?id=16783

 

 

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