Has CLICK AQUI para ver la Hora en el Mundo.
La dulzura del Señor.
Sus palabras son más dulces
que la dulce miel,
aunque parezca que te hieran
y te estrujan hasta la piel.
Sus palabras son el néctar
y el zumo de un panal,
al principio te molestan
y parece que hacen mal.
Para aquéllos y aquéllas
que ambicionan un manjar,
los invito a degustar
de su cuerpo hecho pan.
Solo tienes que vestirte
con traje de sencillez,
con mirada transparente
y un amor limpio y fiel.
pasarás junto a sus ojos
y allí comprobarás,
la dulzura que esconde
su palabra al predicar.
¡Qué dulce es su palabra!
es la luz y la sal.
¡Qué dulce es su palabra!
energía al caminar.
¡Qué dulce es su palabra!
es tierno amanecer.
¡Qué dulce es su palabra!
es trote de corcel.
¡Qué dulce es su palabra!
no es estrella fugaz.
¡Qué dulce es su palabra!
es milagro y es paz.
¡Qué dulce es su palabra!
y es también división.
¡Qué dulce es su palabra!
es arrullo y canción.
¡Qué dulce es su palabra!
es temor y esperanza.
¡Qué dulce es su palabra!
son bienaventuranzas.
¡Qué dulce es su palabra!
es la resurrección.
¡Qué dulce es su palabra!
es regalo de amor.
¡Qué dulce es su palabra!
es justicia y perdón.
¡Qué dulce es su palabra!
es frio y es calor.
¡Qué dulce es su palabra!
mensaje al predicar.
¡Qué dulce es su palabra!
enseñanza al pescar.
¡Qué dulce es su palabra!
es una alma infantil.
¡Qué dulce es su palabra!
es victoria y mástil.
¡Qué dulce es su palabra!
la tienes que probar
porque en ella se encuentra
su cuerpo hecho pan.
© 2024 Creada por Rosario ProVida. Con tecnología de
¡Tienes que ser miembro de Rosario ProVida para agregar comentarios!
Únete a Rosario ProVida