Yo antes pensaba que no tenía nada
porque ni ha buenos zapatos llegaba.
Y siguiendo ondas materializadas
y con una buena estudiada:
Un títulos profesional
de mi cabeza colgaba.
Creí que todo sucedió
por teorías evolutivas,
o que influyó Carlos Marx
o una genética desconocida.
Conseguí lo que desean todos:
Un buen trabajo,
una esposa y unos hijos;
dice mi suegra:
"Como Dios manda".
Y miren lo que pasó,
ahora que el tiempo corrió
y que creo tener más que antes...
"Creo que no tengo nada".
Creo que no tengo nada,
si no sonrio y ayudo a un desvalido.
Creo que no tengo nada,
si no levanto al triste y al caído.
Creo que no tengo nada
si doy amor sin caridad.
Creo que no tengo nada,
sino detengo la ira y la vanidad.
Creo que no tengo nada,
sino practico y hago mía la humildad.
Creo que no tengo nada,
si hago llorar con maldad.
Creo que no tengo nada,
si digo NO a la vida.
Creo que no tengo nada,
si la lastimo y la dejo herida.
Creo que no tengo nada,
si marchito la luz de la verdad.
Creo que no tengo nada,
sino me amo con sinceridad.
Creo que no tengo nada,
si dejo de hablar de Dios.
Creo que no tengo nada,
si alardeó para el clamor.
Creo que no tengo nada,
si titubeo en el Señor.
Creo que no tengo nada,
si hago del hombre un temor.
Creo que no tengo nada,
sino guardo en mi corazón,
la ternura y el amor
de mi Dios que me creó.
Y como dicen los chavos:
"Señor, Yo quiero todo contigo,
yo quiero todo lo tuyo,
yo quiero todo tu amor,
yo quiero toda tu vida,
mi vida es tuya Señor".
Y me dices como un Padre
que le dio la VIDA a su hijo:
"Te he heredado mi parcela,
y ahí está mi testamento,
notariado y certificado;
por mi Hijo Jesus el Salvador,
y testificado enh todas partes,
por el Espíritu SAntificador.
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