"Puse en el Señor toda mi esperanza; El se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa de la muerte, de lodo y del pantano; puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme. Puso en mis labios un canto nuevo , un himno de alabanza a nuestro Dios. Al ver esto, muchos tuvieron miedo y pusieron su confianza en el Señor". (Salmo 40,1-3)
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