Oración Padre nuestro, lleno de ternura y misericordia,
te agradecemos porque nos has enviado
a Jesús, tu Hijo Amado..
Nos disponemos a recibirlo con fe:
Queremos abrir nuestros corazones y todo nuestro ser
a su Palabra, que es fuente de vida para nosotros.
y nos pongamos efectivamente
a la escucha de Jesús, tu Palabra viviente,
que todos, nos ubiquemos como discípulos de Jesús
y lo anunciemos a los demás
para que nuestro pueblo, en Jesús, tenga vida y vida abundante. Amén
Lectura de la Biblia
Escucharemos la narración de la vocación del Apóstol San Pablo, tal como es narrada en el libro de los Hechos de los Apóstoles:
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 22, 3-16
Lo comentamos.
Peticiones
Ahora, expresamos libremente nuestras oraciones con la confianza de los hijos que se dirigen a su Padre y la de hermanos reunidos en familia.
Luego de cada petición, respondemos: “Dios, Padre Nuestro, escúchanos”.
Expresar oraciones espontáneas o preparadas con anticipación.
Oremos
Dios, Padre de Jesús y Padre Nuestro,
que nos amas, y por eso nos hablas
para llevarnos a la salvación.
Te agradecemos por habernos dado a Jesucristo,
tu Hijo Amado, tu Enviado.
Él es tu Palabra viva,
que nos revela tu rostro de Padre misericordioso.
Danos tu Espíritu, para que aprendamos a escucharlo
con un corazón abierto y sencillo,
para que tu Palabra pueda dar fruto en nuestra
Bendición final y canto
El guía o animador toma la Biblia y la levantándola, dice:
v Que el Padre, que desde un principio condujo la historia de su Pueblo, hasta la llegada de su Hijo, Palabra de Vida, y que nos ha llamado a proclamar su Plan de amor entre los hombres y mujeres, cuide providentemente de nosotros.
Todos Alabado seas por siempre, Señor
v Que Nuestro Señor Jesucristo, Hijo y Enviado del Padre, que nos invita a seguir sus pasos y continuar su misión, nos acompañe, ayudándonos a ser sus seguidores y seguidoras.
Todos Alabado seas por siempre, Señor
v
Que el Espíritu Santo, que el Padre y el Hijo enviaron sobre su pueblo, nos enseñe a escuchar la Palabra que nos salva y nos haga anunciadores entusiastas de que el Reino ya ha empezado.
Todos Alabado seas por siempre, Señor
Que Dios Todopoderoso Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre nuestras comunidades y sobre cada uno.
Todos Alabado seas por siempre, Señor
Canto final
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