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INFLUENCIAS EN EL PERSONAL FACULTATIVO
"¿Cómo eres capaz de hacer lo que estás haciendo?" - Preguntó un médico a un médico abortista.
"Yo mismo me asombro de lo que soy capaz de hacer por dinero"
Las reacciones ante el aborto son uy variadas. Muchos lo ven como parte de su profesión, como una intervención que está indicada en algunos casos, y no se plantean nada más. Según ellos mismos cuentan duele la 1ª vez que lo haces y cada vez va doliendo un poco menos. A veces es una experiencia personal y otras una conversión religiosa, o bien pesadillas, el encuentro de mujeres muy dañadas por el aborto o motivos puramente científicos lo que hacen que haya personas que lo estén dejando. Anualmente se reúnen los exabortistas y explican públicamente los motivos que les hicieron entrar y salir fuera del mundo del aborto. Lo hacen siempre como una forma de querer reparar el daño que han hecho y de que todos se enteren de todo lo que esconde este oscuro mundo.
La frialdad que algunas personas presentan ya dice bastante de su desorden emocional interno. El Dr. Nathanson, conocido como el rey del aborto, cuenta que realizó él mismo el aborto de su propio hijo y que sintió una "momentánea satisfacción por haber realizado su trabajo de modo rápido y eficaz". Comprobó como de costumbre que no había quedado nada sin quitar, escribió las órdenes postoperatorias y se fue al vestuario para cambiarse de ropa mientras intercambiaba los alegres saludos y bromas acostumbradas con las demás enfermeras y médicos auxiliares en los pasillos. "Le puedo jurar que no tenía más sentimiento aparte del sentido del logro, el orgullo de la propia pericia. No sentí parpadeo de arrepentimiento, un microgramo de arrepentimiento, no y no". Este fue uno de los 75.000 abortos que realizó. Pasaron muchos años antes de que tomara conciencia que estaba matando seres humanos y haciendo mucho daño a madres y padres, y también de que su propia vida estaba destrozada.
Médicos, enfermeras y todo el personal que trabaja en este mundo, así como todas las personas que en mayor o menor grado han colaborado a que un aborto se realice, antes o después sienten lo que no es ni más ni menos que su propia conciencia.
Joseph Randall, exdirector de un centro abortista en Georgia:
Me di cuenta de que estaba matando a los bebés y no estaba ayudando a las madres. Me sentí muy mal. Hasta pensé en el suicidio. Preferiría dar mi propia vida antes que realizar otro aborto. |
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