TOMANDO PONCHE

[Lourdes Rosario Poot]

Estoy en mi casa, en la sala, tomando ponche y con una botana de verduras frescas, esperando a que llegue mi familia para festejar Navidad, pienso en todo lo que lleva el ponche, la guayaba, la manzana, canela, pasa, todo aquello lo compré en el mercado, con las señoras que hoy mismo iban a trabajar, incluso mañana si no terminaban.

¿En qué punto la Navidad dejó de ser para todos, y pasó a ser un privilegio de unos cuantos? ¿por qué, si el Niño Jesús nació para todos, no todos están convidados a la fiesta?

Sé que con escribir aquí no soluciono nada, también que con mi voluntad no se puede arreglar el mundo, pero tal vez, si el Señor, el mismo Señor del Universo que hoy se hizo tan pequeño como el más pobre, nos oye a todos unidos pidiendo por algo en común, nos escuche, nos de herramientas, nos haga justos y toque nuestros corazones para ayudar al prójimo.

Esta Navidad hagamos un espacio en nuestras oraciones, al momento de poner nuestras intenciones ante el Pesebre, pongamos también las intenciones de aquellos que no tienen una Navidad, para que un día realmente sea un día de paz a todos los que ama el Señor.