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El Corazón de Jesús en el Evangelio
El Reino en el Corazón de Jesús.
Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decía: “Conviértanse, porque el Reino de los Cielos ha llegado.” (Mt 4, 17)
Comentario:
El Señor ya nos ha dicho en su Evangelio que el Reino de Dios está en el corazón de los hombres. Por eso cuando Cristo comienza a anunciar que el Reino de los Cielos ha llegado, les quería decir con ello a los hombres que por medio de su Sagrado Corazón el Reino se estaba haciendo presente en la tierra.
Efectivamente el Reino de Dios estaba en el Corazón de Cristo y desde allí se quería extender por todo el mundo, comenzando por Israel, y luego a todo el orbe.
Pensemos en la maravilla que es el Corazón de Jesús, donde nosotros debemos poner nuestra morada permanente, entrando por la llaga que abrió la lanza del soldado al pie de la cruz, que para eso Dios permitió que ese Divino Corazón fuera abierto, para que los hombres tengamos una puerta al Cielo, pues el Corazón de Jesús es el Paraíso.
Si amamos al Corazón de Jesús, entonces seremos felices ya en este mundo, porque este divino Corazón nos colmará de consuelos, de modo que hasta las cruces más pesadas se nos harán llevaderas, puesto que ya nos ha dicho el Señor en el Evangelio que su yugo es liviano y su carga ligera.
Hagamos un intercambio ingenioso con el Señor, pidámosle su Corazón y entreguémosle el nuestro. Él tomará nuestro corazón y nos dará en su lugar el suyo, y entonces, con su Corazón en nuestro pecho, amaremos a Dios como merece, y amaremos a los hermanos como Dios lo quiere.
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.
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